por
Dra Georgina Corte Franco, Psic. Xochitl Ortiz, Neuropsic.
Feggy Ostrosky-Solis
INTRODUCCION
El progresivo incremento de las personas mayores de 65 años
como un resultado de los avances tecnológicos y de
salud pública ha ocasionado que cada vez sean más
numerosos los sujetos susceptibles a padecer un síndrome
demencial. A su vez, esta situación crea grandes problemas
de salud pública a diversos países pues son
estos padecimientos los que ocasionan grandes costos a las
familias y a los servicios de salud pública. Desde
un punto de vista estadístico, la expectativa de vida
en un país en vías de desarrollo era de 43 años
mientras que en un país desarrollado era de 71 años
para hombres y 78 para mujeres (1993). Actualmente se calcula
que en México las cifras de expectativa de vida son
muy cercanas a los 78 años. En América Latina
se espera un incremento de 6.4 a 10.8 por ciento de la población
mayor de 60 años. (Organización Panamericana
de la Salud, reporte 1990) y para el año 2025 se estima
existan aproximadamente 94 millones de gerontes. Por ello
hacer la distinción entre las funciones normales cognoscitivas
en los pacientes mayores de 65 años y aquellos con
demencia leve es muy importante pero difícil. Mayor
es el problema cuando sabemos que aún hay dificultad
para definir el deterioro intelectual leve. Así Kral1
y cols. acuñaron el término olvidos benignos
de la edad senil hace más de treinta y cinco años
para designar a aquellos individuos que presentaban alteraciones
mnésicas que influían negativamente en las actividades
de la vida diaria pero que no progresaban a formas más
graves y globales de deterioro intelectual. En 1986 el Instituto
Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos ( NIMH) creó
un grupo de trabajo para establecer los criterios diagnósticos
de lo que se denominó Trastornos Mnésicos Asociados
con el Envejecimiento, siendo los criterios los siguientes:
1. edad mayor de 50 años
2. deterioro gradual de las funciones mnésicas evidenciable
en el marco de las actividades de la vida diaria.
3. la manifestación subjetiva del trastorno de memoria
debe ser validada mediante una evaluación neuropsicológica
que compruebe objetivamente esa alteración (por lo
menos una desviación estándar por debajo del
promedio de la población adulta).
4. ausencia del diagnóstico clínico de demencia.
Es decir, el déficit debe estar circunscrito a la memoria.
Es importante por ello mencionar que en 1997/98 se realizó
un consenso en México sobre el síndrome de deterioro
intelectual con la finalidad de definir a este grupo (Funsalud)2.
Se calcula que aproximadamente 30 por ciento de la población
mayor de 65 años cae en este grupo sin cumplir criterios
estrictos de demencia, es decir presentan una funcionalidad
de la memoria por debajo de una desviación estándar
del rendimiento mnésico de una población de
sujetos jóvenes. Aproximadamente un 5 por ciento quedarían
en un extremo con mayor riesgo a presentar una evolución
desfavorable. Debido a la laxitud en los criterios, se ha
creado controversia y es discutible si está justificado
iniciar algún tipo de terapia medicamentosa en los
individuos con este síndrome3.
Son varias las metodologías para el estudio del deterioro
intelectual y las demencias. Lo más importante es aclarar
que estos estudios deben ser realizados por un equipo multidisciplinario
en el que participen neurólogos, psiquiatras, geriatras,
internistas, psicólogos clínicos o neuropsicólogos,
trabajadores sociales, fisioterapeutas y enfermeras. Desafortunadamente
el costo de una evaluación para demencia se vuelve
alto, siendo en promedio de mil dólares. Por ello está
justificado tratar de identificar a personas con deterioro
intelectual o una demencia leve y así intervenir oportunamente.
Una manera no muy costosa de lograr identificar a la población
en riesgo es mediante una historia clínica y una batería
sencilla de pruebas neuropsicológicas. La importancia
de detectar tempranamente a los sujetos con demencia leve
o cierto grado de deterioro intelectual permite iniciar medidas
preventivas y terapeúticas con algunos fármacos,
dependiendo de la posible etiología3.
Mahieux postuló que la declinación en la función
mnésica puede deberse a una falta de práctica
de pruebas cognitivas, mal uso de estrategias cognoscitivas,
falta de motivación o disminución en la habilidad
para compensar los efectos adversos del estrés emocional4.
En general se puede afirmar que las quejas sobre trastornos
mnésicos no suelen correlacionarse con el rendimiento
en los tests de memoria.5
Estas deficiencias no son atribuibles en individuos sin compromiso
afectivo a trastornos de la atención y /o concentración,
lo cual puede demostrarse con pruebas como el test de bloques
de Corsi, el test de la A y el test de recuerdo de una serie
numérica.(digit span), este último no se altera
con la edad, observándose que la serie inversa es menos
resistente al cambio, al parecer por compromiso de la memoria
de trabajo6.
Por ejemplo Deroussné estudió a 367 personas
que se quejaban de problemas de memoria entre 50 y 80 años,
refiriendo que las fallas estuvieron en relación a
escasa actividad de la vida diaria a interacción social
y no se veían afectados ni por la escolaridad, nivel
sociocultural o problemas o situación marital7. Son
muchos los cambios cognoscitivos asociados al envejecimiento.
Por ejemplo hay una evidente disminución de la capacidad
de aprendizaje que se debe principalmente a fallas en la consolidación
y transferencia de la información desde la memoria
primaria (corto plazo) a la secundaria ( reciente o de largo
plazo).
Tomando en cuenta que la principal queja de los sujetos a
estudiar son las fallas de memoria, a continuación
explico brevemente en que consiste el funcionamiento de la
memoria y como se transforman estos mecanismos con la edad.
Inicialmente se conceptualizó a la memoria como una
sola, pero posteriormente en las últimas décadas
se ha fraccionado a la misma. Probablemente con la terminología
que los médicos estamos más familiarizados es
la propuesta por Atkinson en 1968, según la cual toda
información es primariamente mantenida por un corto
periodo en nuestros sistemas sensoriales, una parte de la
información es entonces enviada al sistema de memoria
a corto plazo y posteriormente al de largo plazo. El primer
sistema es conocido como memoria inmediata o primaria o de
trabajo, no puede contener más que una cantidad limitada
de información, el segundo sistema o memoria secundaria
puede en teoría almacenar una cantidad ilimitada de
información y por un tiempo indefinido. Actualmente
se sabe que no es tan sencillo, la memoria de corto plazo,
que desde 1974 se remplazó por memoria de trabajo la
cual está compuesta por un sistema de control de la
atención con capacidad limitada llamado administrador
central, el que supervisa y coordina la actividad de dos sistemas
subordinados que son el articulatorio y el fonológico
encargados de manipular la información proveniente
del lenguaje8. El segundo sistema o agenda visoespacial, se
responsabiliza de manejar las imágenes mentales. Así
el buen funcionamiento de la memoria de trabajo depende de
las areas sensoriales primarias, del lóbulo prefrontal,
del núcleo dorso- mediano del tálamo y del neoestriado.
El concepto de memoria de largo plazo se subdivide en memoria
explícita (declarativa) y la memoria implícita
(procedural). La primera permite al sujeto comunicarse bajo
una forma verbal o no verbal y debe referirse al acontecimiento.
En cambio la memoria implícita permite al individuo
que revele la información a través de un comportamiento
( e.g. andar en bicicleta). La memoria explícita se
subdivide en memoria semántica y memoria episódica.
Los conocimientos guardados en la primera no tienen contexto,
mientras que la información almacenada en la memoria
episódica es de naturaleza autobiográfica. (
recordar que hicimos el pasado domingo). El funcionamiento
de la memoria episódica depende de la integridad del
hipocampo, giro dentado, amígdala y de los núcleos
talámicos. Además son otras áreas involucradas
en la codificación y almacenamiento de la información.9
Los cambios propios del envejecimiento sobre las distintas
partes de la memoria son los siguientes: la memoria de trabajo
practicamente no se ve comprometida, en cambio la cantidad
de información que un individuo es capaz de guardar
disminuye con la edad. Un forma de evaluarlo es dar al sujeto
una lista de objetos y después someterlo a un distractor
y pedirle posteriormente que evoque los objetos. Sobre este
tipo de pruebas existe controversia entre los resultados de
acuerdo a la edad 10
La memoria visoespacial suele estar más comprometida
que la verbal, el rendimiento en los subtests de ejecución
de la escala de inteligencia de adultos de Wechsler tiende
ha estar disminuido mientras que los de vocabulario se hallan
dentro de rangos normales. Esto puede deberse a: una disminución
de la capacidad de integración perceptiva, sobre todo
si se valora la velocidad de respuesta. De hecho está
comprobado un enlentecimiento en la velocidad de procesamiento
de datos. Un decremento de las habilidades visoperceptivas
y visoconstructivas, independiente de la preservación
del razonamiento abstracto.
El desarrollo de la demencia se puede predecir con cierto
éxito basándose en los cambios de los puntajes
de pruebas neuropsicológicas. Existen muchas pruebas
para valorar el estado cognoscitivo.
El Mini-Mental State Examination (MMSE)11 desarrollado por
Folstein en 1975 es seguramente la prueba más utilizada
en los trabajos de investigación por lo que otras pruebas
la toman como parámetro. Es una escala breve que explora
las siguientes funciones: orientación, memoria, atención
lenguaje y cálculo. Su aplicación en promedio
requiere cinco a diez minutos. Una persona con alta escolaridad
debe obtener por lo menos 28 puntos y cinco errores son permisibles
en alguien con educación secundaria. En una población
con demencia moderada a severa se encontró una especificidad
de 82 por ciento y una sensibilidad de 87 por ciento12.
Tiene una buena correlación con pruebas de detección
como la Escala de Blessed de Información y memoria-concentración
13. También con pruebas que valoran trastornos en las
actividades de la vida diaria14. A pesar de la aparente solidez
que tiene esta escala tan utilizada, no es completa ya que
no valora la percepción visual, ni la abstracción
que frecuentemente están comprometidas en la demencia.
Ha sido traducida a muchos idiomas encontrándose algunas
limitaciones ya que la traducción literal ocasiona
malas interpretaciones debido a factores socioculturales.
Esto ha ocasionado que se hagan adaptaciones. Otro factor
importante ligado a este punto es la escolaridad, la que influye
notablemente sobre este tipo de pruebas; por ello se han elaborado
versiones modificadas para sujetos de baja escolaridad. Asimismo
según estudios realizados en Brasil una variante es
modificar algunos reactivos o bien cambiar el punto de corte,
pues de primera instancia cualquier individuo analfabeta no
puede aspirar a obtener un puntaje mayor a 28. Por ejemplo
en un estudio en ese país con 530 sujetos de los cuales
55 eran analfabetos y 94 con deterioro y el resto controles,
demostraron que el punto de corte 12/13 alcanzaba la mayor
especificidad y sensibilidad para el grupo de analfabetos
15.
Por otro lado en un estudio realizado con población
hispanohablante en México con 430 sujetos entre 16
y 85 años, se demostró que el punto de corte
23 sugerido por Folstein mostró tener una baja especificidad
y sensibilidad para los sujetos de baja escolaridad 16.
El ajuste del punto de corte en función del desempeño
promedio del grupo de neurológicamente intactos incrementó
la especificidad (90 por ciento) pero disminuyó la
sensibilidad (27.3 por ciento). En cambio en sujetos con escolaridad
mayor a cinco años los índices de especificidad
y sensibilidad fueron más altos (86.36 por ciento para
ambos ). Con estos datos los autores concluyeron que el MMSE
es muy dependiente del nivel de escolaridad, pues los individuos
con nula escolaridad tuvieron un desempeño similar
al de los pacientes con demencia leve. Por lo mismo, disminuye
el desempeño en este grupo conforme aumenta la edad,
mientras que en los grupos de mayor escolaridad el decremento
después de los 65 años es discreto.
Para este grupo además existen otras pruebas en las
que no se requiere saber leer o escribir o bien que se aplican
al cuidador primario o a algún familiar o persona cercana
al paciente. Por ejemplo la escala desarrollada por Blessed
en 1968 17. Su utilidad se basa en que es una prueba que valora
el estado funcional de las actividades de la vida diaria del
paciente, por un lado siendo más objetiva para quienes
conviven con el paciente y por otro lado le brinda al clínico
ayuda para determinar cambios en los hábitos y el deterioro
funcional. Evalúa actividades básicas tales
como comer, vestirse, control de esfínteres y actividades
instrumentales como capacidad de realizar tareas domésticas
o manejar dinero. A pesar de ser un instrumento de fácil
y rápida aplicación no es tan conocido ni utilizado
como el MMSE. Una versión modificada se utilizó
en nuestro estudio.
La versión original de la escala de demencia de Blessed
consta de cuatro partes. La primera es sobre cambios en la
ejecución de actividades de la vida diaria, la segunda
sobre cambios en hábitos, la tercera se refiere a los
cambios en personalidad, intereses y manejo de situaciones
es decir valora el comportamiento. La cuarta parte comprende
algunas preguntas complementarias. En estudios de investigación
importantes como el CERAD
[Consorcio para establecer el registro para la enfermedad
de Alzheimer], se utilizó la versión abreviada
que solamente comprende las primeras dos partes 18. En este
estudio se demostró que era útil en pacientes
con demencia tipo Alzheimer leve a moderada, al compararla
con otras escalas, encontrándose la media para los
pacientes más deteriorados en 18.5 y para aquellos
sujetos con demencia leve en 15.4, mientras que los sujetos
controles tuvieron un puntaje de1.3.
Debido a su confiabilidad fue que se decidió aplicarla
en este estudio y compararla con el MMSE.
Se aplicó también el NEUROPSI desarrollado por
Ostrosky-Solís, Ardila y Rosselli 1994,19 Es una batería
corta neuropsicológica que evalúa un amplio
espectro de funciones cognoscitivas como: orientación,
atención, memoria, lenguaje, funciones visoespaciales
y ejecutorias. ( ver anexos ). Dentro de sus ventajas es que
contiene reactivos que son sensibles para la población
hispana y que puede ser utilizada en personas analfabetas.
Se ha estandarizado en población mexicana para diferentes
grupos etáreos subdivididos en cuatro niveles de escolaridad.
Su forma de evaluar provee datos cualitativos y cuantitativos.
El desempeño se explica en cada una de las diferentes
habilidades exploradas y la estandarización de los
parámetros permite clasificar las alteraciones en:
Normal, leve, moderada y severa. El tiempo de aplicación
es de 20 a 25 minutos. En individuos con demencia leve y moderada
tiene un índice de sensibilidad de 83.5 por ciento
y de especificidad de 82 por ciento.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La escala de Blessed al ser un instrumento que se aplica al
cuidador primario tiene mucha utilidad, puede emplearse en
cualquier paciente, es sencilla y requiere de muy poco tiempo.
Se plantea comparar una escala aplicada al paciente de fácil
ejecución, como la prueba breve del estado mental de
Folstein ( MMSE), con una prueba sencilla y ágil aplicada
al cuidador/a del paciente. Además de cotejarla con
otra escala más completa como lo es el NEUROPSI. Para
todas las comparaciones se utiliza el criterio clínico
como el estándar de oro.
OBJETIVO PRINCIPAL
Detectar mediante la historia clínica y algunas pruebas
neuropsicológicas breves a sujetos hispanohablantes
con deterioro cognoscitivo o bien demencia leve.
OBJETIVOS SECUNDARIOS
1. Evaluar la escala de Blessed en sujetos hispanohablantes
con y sin deterioro cognoscitivo, comparada con la evaluación
clínica y neuropsicológica para el DX de demencia
leve.
2. Comparar la escala de Blessed con el MMSE (examen breve
del estado mental) de Folstein y con el NEUROPSI.
3. Comparar las escalas mencionadas con el diagnóstico
clínico.
4. Evaluar el efecto de la escolaridad sobre la escala de
Blessed, el MMSE y el NEUROPSI en sujetos hispanohablantes
sanos y en sujetos con deterioro cognoscitivo o demencia leve
a moderada.
SUJETOS, PACIENTES Y METODOS
Sujetos:
Se estudiaron 335 sujetos, 192 mujeres y 143 hombres en diferentes
centros de la ciudad de México. ( Instituto Nacional
de la Nutrición, Instituto Nacional de Neurología
y Facultad de Psicología) Laboratorio de Nauropsicología
de la Universidad Nacional Autónoma de México).
Los criterios de inclusión para los casos fueron:
1. edad entre 55 y 85 años
2. diagnóstico de demencia leve a moderada de acuerdo
a los criterios del DSM IV sin importar la etiología.
3. ausencia de depresión según la escala de
depresión geriátrica, GDS menor de 15.
4. ausencia de depresión por la valoración clínica
según los criterios del DSM IV.
5. que pudieran escuchar adecuadamente para realizar las pruebas.
Los criterios de exclusión para los casos fueron:
1.- presencia de depresión por la evaluación
clínica
2.- sospecha de depresión por una puntaje en la escala
de depresión geriátrica GDS mayor a 15
Los criterios de inclusión para los controles fueron:
1. edad entre 55 y 85 años
2. ausencia de demencia conforme al DSM IV.
3. ausencia de enfermedades neurológicas o psiquiátricas.
4.que no dependieran de fármacos
5. que fueran independientes
Los criterios de exclusión para los controles fueron
1.- presencia de depresión o de otras enfermedades
psiquiátricas.
2.- que no escucharan adecuadamente
Los dos grupos se dividieron según la edad en a) sujetos
de 55 a 65 años y b) 66 a 85 años. Debido a
la importancia de la escolaridad se estratificaron en cuatro
niveles de escolaridad:
1. nula (0 años)
2. baja (1-4 años)
3. mediana (5-9 años)
4. alta ( más de 10 años)
Material y método
Se realizó una historia clínica completa con
énfasis en la exploración neurológica.
Además se descartó que el paciente tuviera depresión
tanto por sospecha clínica conforme a los lineamientos
del DSM IV 20 y se aplicó la escala de depresión
geriátrica (GDS= Geriatric Depresion Scale)21. Esta
escala ha sido validada en varios estudios de depresión
en ancianos. Es una ayuda para el clínico y solamente
sugiere la sospecha de depresión de acuerdo al puntaje
obtenido. Consta la versión original que fue la que
se utilizó de 30 preguntas, aquellas marcadas con un
asterisco son las que tienen mayor significancia y la manera
de calificarlo es marcar una cruz sobre la respuesta que coincida
con lo esperado para un paciente con sospecha de depresión.
Si el paciente tenía un GDS menor de 15 podía
ser incluido en el estudio y se proseguía a la aplicación
de las otras escalas.
El Mini-Mental State Examination (MMSE), la cual ya se describió
anteriormente. La versión utilizada por nosotros incluía
un instructivo de aplicación y previamente se acordó
y se estandarizó la forma en que se debía realizar.
Es importante mencionar que se solicitó con anterioridad
a los sujetos a evaluar que hubieran dormido bien la noche
previa, que evitaran desvelarse o la fatiga, además
quienes utilizaran ya fuera lentes o un auxiliar auditivo
debían de traerlo consigo. Todos los sujetos fueron
evaluados de día y en condiciones óptimas de
luz y en un lugar confortable.
Blessed Dementia Scale: valora funcionalidad, tiene 18 puntos
y a mayor puntaje mayor grado de deterioro. Se muestra en
la sección de anexos.
NEUROPSI, descrito anteriormente es una escala más
completa y se aplicó a todos los sujetos estudiados.
ANALISIS ESTADISTICO
Se realizó un análisis descriptivo de acuerdo
a las medias. Los puntajes obtenidos de casos y controles
para cada una de las pruebas y se compararon. Se calcularon
las medias con su desviación estándar. Los puntajes
obtenidos del grupo control y del de casos se compararon.
Las diferencias entre variables continuas fueron analizadas
con la prueba de T de Student y el análisis de varianzas
y las variables categóricas con estadística
no paramétrica con la prueba de chi cuadrada. El efecto
de la edad y de la escolaridad para cada grupo se analizó,
por ello para la variable edad se dividieron en dos grupos
(55 a 65 años y de 66 a 85 años), mientras que
conforme a la escolaridad se dividieron en cuatro grupos (
0, 1 a 4 años, 5 a 9 años y más de 10
años). Se tomó como significancia una p<0.05
después de la corrección Bonferroni. El porcentaje
de falsos negativos y verdaderos positivos, obteniéndose
la sensibilidad y la especificidad.
RESULTADOS
Se estudió una muestra de 335 sujetos, 192 mujeres
y 143 hombres. La edad osciló entre 55 y 85 años con una
media de 68.5 años. La escolaridad tuvo un rango de 0 a 24
años con una media de 8.5 años.
Las características demográficas de la muestra se muestran
en la tabla 1
Tabla 1. Características demográficas de la población
de acuerdo a la escolaridad
Edad de 55-65 años
|
CONTROL
|
|
DETERIORO
|
|
ESCOLARIDAD
(años)
|
EDAD +- DE
|
ESCOLARIDAD +- DE
|
EDAD +- de
|
ESCOLARIDAD +- DE
|
O
|
60.28(3.32)
|
-----------------
|
61.00(3.05)
|
------------
|
1-4
|
60.27(3.47)
|
1.91(1.04)
|
63.50(2.12)
|
2.50(.71)
|
5-9
|
60.00(3.11)
|
7.62(1.37)
|
61.00(3.38)
|
6.75(1.35)
|
>10
|
59.05(3.81)
|
15.81(3.81)
|
63.20(2.05)
|
14.40(3.37)
|
Edad de 66 a 85
|
Años
|
|
O
|
80.00 (7.07)
|
----------------
|
71.38(3.93)
|
------------
|
1-4
|
74.75 (7.04)
|
2.25(1.26)
|
72.88(5.52)
|
2.60(.95)
|
5-9
|
74.93(5.91)
|
6.14(.85)
|
74.96(5.71)
|
7.33(1.33)
|
>10
|
70.40(3.71)
|
14.60(3.71)
|
72.90(2.88)
|
14.40(2.88)
|
Tabla 2. Medias y desviaciones estándar en cada una de
las pruebas
CONTROLES N=238
55-65 años
ESCOLARIDAD
|
MINIMENTAL
X+-DE
|
BLESSED
X+-DE
|
NEUROPSI
X+-DE
|
0
|
16.78(6.63)
|
.05(.15)
|
-------------------
|
1-4
|
24.44(1.50)
|
.72(1.22)
|
75.87(21.25)
|
5-9
|
28.05(1.84)
|
.38(.61)
|
89.83(19.83)
|
>10
|
28.52(1.58)
|
.15(.50)
|
77.80(19.11)
|
66-85 años
|
|
|
|
0
|
18.25(5.25)
|
0.06(0.17)
|
66.00(32.5)
|
1-4
|
22.45 (6.39)
|
.80(.89)
|
72.39(17.33)
|
5-9
|
26.57(2.54)
|
.63(.96)
|
64.22(22.39)
|
>10
|
27.56(2.24)
|
.53(.68)
|
93.13(13.31)
|
Tabla3. medias y desviaciones estándar de cada prueba
PTES CON DETERIORO N=97
55-65 años
|
MINIMENTAL
|
BLESSED
|
NEUROPSI
|
ESCOLARIDAD
|
X+- DE
|
X+-DE
|
X+- DE
|
0
|
-----------
|
|
---------------
|
1-4
|
21.75(2.87)
|
3.12(3.70)
|
75.87(21.25)
|
5-9
|
24.08(3.55)
|
1.50(1.66)
|
89.83(19.83)
|
>10
|
23.00(5.00)
|
3.90(3.73)
|
77.80(19.11)
|
66-85 años
|
MINIMENTAL
|
BLESSED
|
NEUROPSI
|
ESCOLARIDAD
|
X+-DE
|
X+-DE
|
|
0
|
17(5.65)
|
2.25(2.47)
|
66.00(32.52)
|
1-4
|
20.78(4.96)
|
2.50(2.63)
|
72.39(17.33)
|
5-9
|
18.77(6.18)
|
3.72(2.72)
|
64.22(22.39)
|
>10
|
24.94(3.67)
|
1.19(1.23)
|
93.13(13.31)
|
Para ambos instrumentos el análisis de varianza mostró un
efecto significativo sobre la escolaridad: MMSE F(3.330)=
43.77, p<0.001.Blessed F(3.330)=8.73,p<0.001, con puntajes
más bajos en sujetos con más baja escolaridad. Igualmente
en el grupo de pacientes con deterioro se demostró el mismo
efecto, en el MMSE F(1,331)=9.82. p<0.002 y en el Blessed
F(1.331)=30.17,p<001.
Tabla 4. Sensibilidad y especificidad de las pruebas.
NEUROPSI
|
MMSE
|
BLESSED
|
Sen=81.4 por ciento
|
Sen=57.0 por ciento
|
Sen=74.2 por ciento
|
Esp= 82.3 por ciento
|
Esp=82.9 por ciento
|
Esp=82.2 por ciento
|
Sens= sensibilidad, Esp= especificidad, VPP= valor pre
dictivo positivo, VPN= valor predictivo negativo
Se tomó como estándar de oro a la evaluación clínica.
Las diferencias entre falsos
negativos del MMSE y de la escala de Blessed no fue significativa,
tampoco lo fue la diferencia entre falsos positivos. Al analizar
el valor predictivo negativo y positivo entre el MMSE y la
escala de Blessed tampoco hubo significancia estadística.
DISCUSION
El realizar estudios de escrutinio en una población
mayor de 60 años mediante pruebas de memoria ya se
ha demostrado que tiene adecuada certeza.
Es necesario que los médicos que atienden a pacientes
con edad avanzada cuenten con pruebas confiables que ellos
mismos puedan administrar y sobre todo saber interpretar.
En virtud de que existen innumerables pruebas neuropsicológicas
que además consumen una enorme cantidad de tiempo,
seleccionamos estas tres pruebas sencillas que requieren poco
tiempo en su aplicación, calificación e interpretación.
Claro que requiere más tiempo la evalución de
pacientes con mayor deteriorlo.
La preservación de la independencia debe ser el objetivo
principal en pacientes con deterioro cognoscitivo o demencia,
por ello el poder detectarlos tempranamente permitirá
con ciertas restricciones mantener a un paciente funcional
y con una calidad de vida adecuada y digna. De tal manera
que la escala de Blessed a través de la evaluación
funcional nos brinda un panorama global y bastante acertado
del estado mental del paciente que resulta ser muy interesante
y útil. Como se pudo demostrar con los resultados de
nuestros sujetos estudiados, tuvo la escala de Blessed una
aceptable sensibilidad y especificidad. Otro factor importante
en esta escala es que al ser aplicada a una persona cercana
al paciente la hace más objetiva, pues resulta claro
que las pruebas que se autoaplican sólo son confiables
en población cognitivamente intacta, ya que los pacientes
con deterioro perciben mejor su función comparado con
lo expresado por su familia y en cambio peor que lo reportado
por enfermería. Cabe mencionar que esta escala puede
a su vez estar influenciada por la escolaridad y el nivel
sociocultural del cuidador o persona a quien se aplica, lo
cual puede ser un interesante estudio para plantear en el
futuro, pero al comparar los resultados con las otras escalas
parece tener una buena confiabilidad.
Nuestros resultados muestran que la prueba NEUROPSI y la escala
de demencia de Blessed tienen una alta sensibilidad y especificidad
así como valor predictivo. Los resultados son muy similares
entre las dos y cuando se comparan con la clínica se
observa que correlacionan. En cambio se encontró una
menor sensibilidad para el MMSE que puede explicarse por el
hecho de que esta prueba tiene errores en los grupos de escolaridad
extremos, es decir en sujetos con muy baja escolaridad detectándo
muchos falsos positivos. En cambio en aquellos sujetos con
niveles altos de escolaridad pueden pasar desapercibidos en
etapas de demencia leve, por lo que para ellos no es una buena
prueba de escrutinio.
Otra ventaja de los resultados obtenidos es que sirven para
tomar con cierta reserva como valores esperables para los
diferentes grupos por edad y sobretodo por el grado de escolaridad.
Así es explicable y esperable que un sujeto con baja
escolaridad tenga un puntaje bajo en el MMSE pero que no tenga
deterioro. Este efecto de la escolaridad sobre el puntaje
de las pruebas ya ha sido estudiado pero lo relevante es que
en este estudio de casos y controles podemos ver como se comportó
este efecto en población hispanohablante. A pesar de
que la muestra no es muy grande si es representativa.
CONCLUSIONES
Por lo anteriormente mencionado podemos sugerir que se utilicen
estas escalas como parte de una evaluación global de
algún individuo que acuda con la queja de trastornos
de memoria. Pensando que se complementan y que no consumen
una gran cantidad de tiempo.
1. Se comprobó que efectivamente la escala de Blessed
tiene una especificidad similar a la de la escala de Folstein(
MMSE).
2. La sensibilidad de la escala de Folstein en este estudio
fue inferior a la de las otras dos pruebas.
3. La escala de Blessed y la de Folstein pueden ser aplicadas
por personal médico y paramédico entrenados.
4. El tiempo de aplicación de las tres escalas es
razonable, aproximadamente 60 minutos, pero dependerá
de las condiciones del paciente.
5. La sensibilidad de las escalas es similar a la de la evaluación
clínica.
6.- El NEUROPSI tuvo una mejor sensibilidad y especificidad
comparada con las otras escalas, pero debe ser aplicada por
personal entrenado.
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